UNA SOCIEDAD MÁS JUSTA Y DEMOCRÁTICA

Se entiende a la educación escolar como el acceso formal, organizado a la cultura, a la formación cívica, al conocimiento. También se entiende que Escuela es el espacio físico-sociocultural en el que se “marcan” procesos de enseñanzas-aprendizajes.
La Escuela se organiza teniendo como ejes temáticos y contenidos que comparte con el alumno pero en ese compartir hay fuerza de ley, hay supuestos acuerdos de lo que se debe o no debe hacer. El estudiante interactúa y construye una red de relaciones y el lugar en el que se posiciona en la misma va a depender su participación exitosa o de fracaso en el aprendizaje y construcción de conocimiento socialmente significativo.
No puede haber Educación sin aprendizaje, pero Educación va más allá del aprendizaje, la Educación reenvía al por-venir, nos trasciende. Los efectos devienen sin que los podamos prever, no son nuestros tiempos, tiene que ver con el por-venir de lo humano.
La institución hoy más que nunca por la omnipotencia y el carácter invasivo de los poderosos medios de comunicación universaliza una cultura hegemónica que forman las nuevas generaciones. La Escuela debe saber captar los efectos de las ideologías dominantes y provocar la reflexión y facilitar la reconstrucción racional del reconocimiento experimencial.
Para que la experiencia escolar contribuya a la construcción de una sociedad más humana, más justa, debe posibilitar que los logros de aprendizaje sean similares a todos los alumnos y ofrecer oportunidades que les permitan superar sus desventajas socio-económicas-culturales y educativas previas. Este propósito demanda desarrollar formas de transformación de la gestión educativa y el sistema educativo, pero aún hay muchas distancias entre aspiraciones y logros.
Haciendo un recorte en la cotidiana vida de la escuela consideramos importante la figura del docente (es quien pone el cuerpo, es cara visible, es el que se expone.) El maestro que trabaja con comunidades de sectores populares se siente sobre-exigido porque se espera de él que además de cumplir con tareas propias de la escuela, deba hacer de psicólogo, trabajadora social, y otras tareas que corresponden al estado u otro ámbito.
Esto causa desanimo en el docente que no cree en el poder transformador de él y la escuela. La escuela no puede ser también comedor, los niños deben llegar a la misma en condiciones adecuadas de salud. Nos referimos a las condiciones existentes en las escuelas urbano-marginales que son las Escuelas Públicas.
¿Desde este lugar se pueden prometer futuros?¿Por qué querer sostener una situación de desencuentros y desconocimiento? Es importante para el maestro no quedar atrapado en la desesperanza, es necesario que recree una pedagogía critica hacia la formación y construcción de una ciudadana y un ciudadano libre.
No podemos dejar de mencionar que los desafíos en equidad y calidad exigen un análisis de responsabilidad pública.
La Educación es un derecho fundamental, significa el derecho a tener acceso a oportunidades de desarrollo humano.
Especial énfasis se debe poner en que es a los gobiernos a quien corresponde trabajar en el cumplimiento de los fines del estado a fin de garantizar el derecho a una educación en calidad y equidad, hacia una sociedad más justa y democrática.

Prof. Hilia Corzo.

Nota originalmente publicada en "QUIJOTADA, La Revista".